
La decisión de nuestro futuro se resuelve, generalmente, justo al salir de cuarto medio cuando nos toca dar las pruebas de ingreso a la universidad u otro lugar donde podamos prepararnos para el temido mundo del trabajo, pero qué pasa después cuando estamos a punto de enfentarnos a él y vemos que se nos hace un nudo en el estómago o estamos en medio y se nos ocurre que tal vez la segunda opción era la más acertada...
Últimamente me ha tocado vivir las dudas, digo vivirlas porque me parece que es más acertado que sentirlas o ser víctima de ellas. Y para ser más exacta, la mayoría de mis compañeros están en las mismas que yo aunque en un grado más extremo.
Hace cuatro años atrás decidí entrar a estudiar pedagogía en la UdeC y la carrera me encantó: el ambiente, los profesores, el campus, etc. No me fue tan difícil ir aprobando los ramos... iba todo bien hasta que me tocó asistir al colegio, o sea, al comienzo, en las observaciones las cosas se veian fáciles, los niños dóciles....... hasta que en la prepráctica me tocó aplicar contenidos y actividades.
Como antes mencioné mis compañeros están igual, aunque ellos comenzaron antes: algunos quieren terminar la carrera para comenzar otra y otros no saben qué hacer. A mi me gusta, pero no comprendo el desinterés de los adolescentes, ni esa facilidad para olvidarseles los trabajos ... aunque de ellos dependa su nota.
Al final lo único que salva mi, apunto de ahogarse, vocación son mis fieles alumnas del pre (hago clases en uno). Lástima que nos demos cuenta tan tarde de lo importante que es saber ser responsables con nuestro futuro.
Este comentario ha quedado bastante escueto y con una redacción extraña... será que estamos a fines de semestre y la neurona ya está pidiendo vacaciones?. Disculpas a quien lea...ya vendrán tiempos mejores.-
Últimamente me ha tocado vivir las dudas, digo vivirlas porque me parece que es más acertado que sentirlas o ser víctima de ellas. Y para ser más exacta, la mayoría de mis compañeros están en las mismas que yo aunque en un grado más extremo.
Hace cuatro años atrás decidí entrar a estudiar pedagogía en la UdeC y la carrera me encantó: el ambiente, los profesores, el campus, etc. No me fue tan difícil ir aprobando los ramos... iba todo bien hasta que me tocó asistir al colegio, o sea, al comienzo, en las observaciones las cosas se veian fáciles, los niños dóciles....... hasta que en la prepráctica me tocó aplicar contenidos y actividades.
Como antes mencioné mis compañeros están igual, aunque ellos comenzaron antes: algunos quieren terminar la carrera para comenzar otra y otros no saben qué hacer. A mi me gusta, pero no comprendo el desinterés de los adolescentes, ni esa facilidad para olvidarseles los trabajos ... aunque de ellos dependa su nota.
Al final lo único que salva mi, apunto de ahogarse, vocación son mis fieles alumnas del pre (hago clases en uno). Lástima que nos demos cuenta tan tarde de lo importante que es saber ser responsables con nuestro futuro.
Este comentario ha quedado bastante escueto y con una redacción extraña... será que estamos a fines de semestre y la neurona ya está pidiendo vacaciones?. Disculpas a quien lea...ya vendrán tiempos mejores.-