Complejos vocacionales

La decisión de nuestro futuro se resuelve, generalmente, justo al salir de cuarto medio cuando nos toca dar las pruebas de ingreso a la universidad u otro lugar donde podamos prepararnos para el temido mundo del trabajo, pero qué pasa después cuando estamos a punto de enfentarnos a él y vemos que se nos hace un nudo en el estómago o estamos en medio y se nos ocurre que tal vez la segunda opción era la más acertada...

Últimamente me ha tocado vivir las dudas, digo vivirlas porque me parece que es más acertado que sentirlas o ser víctima de ellas. Y para ser más exacta, la mayoría de mis compañeros están en las mismas que yo aunque en un grado más extremo.

Hace cuatro años atrás decidí entrar a estudiar pedagogía en la UdeC y la carrera me encantó: el ambiente, los profesores, el campus, etc. No me fue tan difícil ir aprobando los ramos... iba todo bien hasta que me tocó asistir al colegio, o sea, al comienzo, en las observaciones las cosas se veian fáciles, los niños dóciles....... hasta que en la prepráctica me tocó aplicar contenidos y actividades.

Como antes mencioné mis compañeros están igual, aunque ellos comenzaron antes: algunos quieren terminar la carrera para comenzar otra y otros no saben qué hacer. A mi me gusta, pero no comprendo el desinterés de los adolescentes, ni esa facilidad para olvidarseles los trabajos ... aunque de ellos dependa su nota.

Al final lo único que salva mi, apunto de ahogarse, vocación son mis fieles alumnas del pre (hago clases en uno). Lástima que nos demos cuenta tan tarde de lo importante que es saber ser responsables con nuestro futuro.

Este comentario ha quedado bastante escueto y con una redacción extraña... será que estamos a fines de semestre y la neurona ya está pidiendo vacaciones?. Disculpas a quien lea...ya vendrán tiempos mejores.-

En el marco del Sochil 2005

Como algunos saben, la semana pasada tuve el "placer" de asistir al congreso de la sociedad chilena de lingüística en la cuidad de Valdivia. Del congreso no hay mucho que decir, alguna que otra ponencia interesante, mala organización, en fin, un congreso como muchos otros.

Sobre las actividades paralelas no me referiré, pero como es de suponer, estuvieron muy bien.

No había viajado al sur desde que tenía como diez años (ufff mucho tiempo), de hecho fue extraño recorrer la 5 sur en bus. Extraño y hermoso porque nunca me imaginé que pudiesen existir lugares tan verdes o tantos matices de verde. Muchos de ustedes podrán pensar que siendo yo penquista debería estar acostumbrada a ese color y yo les digo que lo estoy, pero lamentablemente los bosques de estos lados en su mayoria son de árboles exóticos y por lo tanto de colores opacos. Con razón los nativos de algunas selvas tienen en su lenguaje varias palabras para designar los distintos tipos de verde, que en el nuestro es sólo esa.

Esta abismante diferencia, que como todos sabemos va más allá de un cuento climatológico, me ha hecho reflexionar sobre nuestra forma de convivir con el planeta, especialmente la forma que los chilenos tenemos de vivir en él. Está demás decir que chile es un país privilegiado, que sus paisajes son asombrosos, etc. ese cuento ya nos es muy conocido. Lo que no es muy conocido, al perecer, es que esos hermosos paisajes estás siendo violados, violentados, mal utilizados, desgarrados, asesinados, etc por una mano invisible y nosotros estamos tan tranquilos como si nos estuviesen haciendo un favor.

Miremos un poco nuestro país, nos estamos llenando de bosque exótico: pino y eucaliptus, aunque el primero es el que con mayor frecuencia podemos encontrar, ya que, crece muy rápido. El gran problema es que cambia la calidad del suelo: lo vuelve ácido y, por lo tanto, sólo crecen en él uno que otro pastito o maleza. Plantar pinos es una buena forma de mal utilizar el suelo.

Lo peor de todo es aquella campaña televisiva en que nos dicen que el bosque es una fuente laboral y muchas cosas más, claro, a nadie le dicen que el suelo queda inutilizable y que la mayor cantidad de empleos que da es de obreros, que muchas veces ni siquiera son empleados directamente por las forestales, lo que no le da ninguna garantía, ni les mejora la calidad de vida, al contrario, vamos aumentando la famosa brecha. No hay que olvidar que los cargos altos de las forestales gozan incluso de recintos especiales de recreación en los que no entra cualquiera, por supuesto.

Han tenido la oportunidad de estar en medio de un bosque chileno?, canelos, hualles, robles, copihues, lingues, y muchos más.... Yo si, y dejen que les diga que no hay nada más maravilloso ni agradable (mi cama tal vez), es muy distinto a pasar bajo un bosque de pinos: tétrico. Si es así, por qué en vez de seguir desperdiciando nuestro suelo, o lo que es peor talando el bosque nativo para plantar pinos, no aumentamos la selva chilena o simplemente se hacen bosques en los que el suelo pueda ser utilizado al mismo tiempo que van creciendo los árboles?, lo que economicamente puede llegar a ser igual de rentable?.

Pero no es sólo el bosque el que se ve afectado, en mi viaje a Valdivia tomé un tour por los rios Pedro de Valdivia, Cau cau y Cruces: lo único que puedo decir es que el paisaje es tan imponente que te deja sin habla. Y que creen ustedes que vi además del paisaje?.... ABSOLUTAMENTE NADA. El silencio, que se suma al tuyo, es desgarrador, puedes percibir el dolor de la perdida. Jamás conocí ese lugar antes, pero la falta de los cisnes era notoria: muchos kilometros de agua, muchos kilometros de verde y lo único que escuchas es el motor de la embarcación.

Es imposible no sumarse al luto del lugar y no es que no me haya dado cuenta de lo ocurrido cuando recién los cisnes estaban muriendo: la pantalla hace que los problemas se vean lejos de la comodidad de nuestro hogar. Si alguna vez van a Valdivia no dejen de darse una vuela por el humedal, recién ahí comprenderán lo que estoy tratando de contarles.

Hace poco en el norte han habido dos derrames de petróleo seguidos en el mismo lugar, se ha permitido la entrada en aguas chilenas a barcos cargados con sustancias radiactivas, se arrebatan terrenos a comunidades mapuches para ponerlos en manos de forestales o inundarlos para hacer un embalse sin importar que eso sea un territorio sagrado; y muchas cosas más... Yo me pregunto ¿qué es lo que está ocurriendo? o ¿a dónde iremos a parar con esta forma de destruir nuestro pais?. Es el progreso pueden responder ustedes, la luz es necesaria, la exportación ingresa muchos dolares en nuestro pais... dónde queda el respeto por la tierra, el respeto por la gente? porque sabemos conciente o inconscientemente que al ritmo que llevamos vamos a depredar todo nuestro entorno.

Se murieron los cisnes, pero no hemos aprendido: cierto es que no todos murieron, algunos de fueron al lago Lanalhue en Cañete y otros se vinieron a la Laguna grande en San Pedro de la Paz... y adivinen qué... por el afán monetario (ese es la gran razón de todas las aberraciones contra nuestro planeta) ahora se les ocurrió la genial idea de hacer un casino en la laguna grande y están rellenado el humedal los batros (contiguo a la laguna) para hacer casas.

Habemos muchas personas que estamos conscientes del daño que se hará y hay otras que están tomando cartas en el asunto, pero no crean que es tan fácil.... hay muchas manos que por conveniencia tratan de silenciar sus voces evitando que salgan en los noticiarios o que, si algo sale, esto sea para darles una imagen de vandalos o el típico discurso del gobierno en el que a cualquier movimiento que se alza en contra de sus intereses lo acusa de tener fines políticos ocultos (ocurrió esto con el conflicto estudiantil que fue muy fuerte por estos lados y con el de los docentes). Frente a esto lo mínimo que podemos hacer es no confiar en la imagen que se pretende dar a conocer de estas personas.

Durante el congreso me quedé la casa unos de amigos de mi familia de quienes estoy muy agradecida por la acogida que me brindaron. El dueño de casa trabaja en la CELCO y me di cuenta que para ellos y para muchas familias esta es su fuente de trabajo, y por lo tanto, la defienden con ahinco. Tienen toda la razón, creo yo, y no es su culpa, sino que es de la empresa que hace las cosas con una "desconciencia" total. Ustedes saben la razón.

Como vemos esto siempre tiene dos caras y ambas son válidas, pero hay que hacer las cosas bien, con respeto a lo más bello que existe en nuestro país: sus paisajes (que por los demás son una fuente de riqueza muy rentable, turísticamente hablando). Que el dinero o el afán de poder nos nos ciege, y lo más importante, que nuestra opinión sea la que nosotros mismos nos hacemos del problema y NO la que nos quieren imponer.

Espero volver a Valdivia algún día y ver nuevamente el humedal, pero esta vez lleno de vida. Y espero que mis hijos (si es que alguna vez los tengo) conozcan este país tan hermoso como me ha tocado conocerlo a mi.-

Por razones climatológicas...

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(hasta nuevo aviso o regreso de la dueña a los terrenos del logos).-